La emergencia sanitaria y social a la que nos enfrenta la pandemia por coronavirus ha puesto muchas cosas en evidencia, una de ellas es la absoluta inutilidad de la figura del rey.
La jefatura de estado ya no sirve ni como figura decorativa, hace tiempo que desluce más que luce y se le mantiene oculto; tal es el hedor que desprenden hace tiempo los asuntos diversos protagonizados tanto por su familia de sangre como por la política o por él mismo.
No hay espacio en un breve artículo de opinión para repasar los escándalos, desvergüenzas y delitos varios que la real familia viene acumulando. Vamos a centrarnos en lo último, la revelación de que dos investigaciones, una suiza y otra española, que lo relacionan con la ocultación en paraísos fiscales de fondos recibidos de la realeza de Arabia Saudí. Presuntas comisiones ilegales que vehiculaba utilizando a sus amantes como testaferros, fundaciones en las que Felipe VI era beneficiario y que ahora por fin emergen como emergen los excrementos en el agua de las cloacas.
No hay donde esconderse, incluso Felipe VI sale ahora a la desesperada intentando crear un cordón sanitario respecto a su padre. No cuela, el señor que ocupa el trono tiene ya más de 50 años, lleva mucho tiempo sabiendo lo que es borbonear por el mundo, conociendo de primera mano las connivencias de su familia con algunas de las peores dictaduras del mundo.
En las entrañas de El Escorial se encuentra el pudridero real, donde los cadáveres de los reyes pasan entre 25 y 40 años en un proceso previo a su depósito en los minúsculos cofres de plomo del panteón real. Allí está ahora mismo Don Juan, padre del emérito, mientras lo que se pudre al aire libre, muerta en vida, es la monarquía borbónica. Mientras la gente vive una terrible crisis que aumenta aún más la miseria económica de muchos, tenemos que respirar ese hedor que no hay máscara que oculte, vapores de miseria moral, de descaro de los mantenidos, de vergüenza del silencio vasallático de muchos partidos políticos.
Es el momento de decir alto y claro ¿A que hora sale el rey? Pero no por televisión, no, ¿A que hora sale el rey de la Zarzuela hacia a algún lugar lejano? No le faltarán refugios, no le faltará dinero, tiene mucho acumulado en tantos años de borboneo.
¡III República ya!
La jefatura de estado ya no sirve ni como figura decorativa, hace tiempo que desluce más que luce y se le mantiene oculto; tal es el hedor que desprenden hace tiempo los asuntos diversos protagonizados tanto por su familia de sangre como por la política o por él mismo.
No hay espacio en un breve artículo de opinión para repasar los escándalos, desvergüenzas y delitos varios que la real familia viene acumulando. Vamos a centrarnos en lo último, la revelación de que dos investigaciones, una suiza y otra española, que lo relacionan con la ocultación en paraísos fiscales de fondos recibidos de la realeza de Arabia Saudí. Presuntas comisiones ilegales que vehiculaba utilizando a sus amantes como testaferros, fundaciones en las que Felipe VI era beneficiario y que ahora por fin emergen como emergen los excrementos en el agua de las cloacas.
No hay donde esconderse, incluso Felipe VI sale ahora a la desesperada intentando crear un cordón sanitario respecto a su padre. No cuela, el señor que ocupa el trono tiene ya más de 50 años, lleva mucho tiempo sabiendo lo que es borbonear por el mundo, conociendo de primera mano las connivencias de su familia con algunas de las peores dictaduras del mundo.
En las entrañas de El Escorial se encuentra el pudridero real, donde los cadáveres de los reyes pasan entre 25 y 40 años en un proceso previo a su depósito en los minúsculos cofres de plomo del panteón real. Allí está ahora mismo Don Juan, padre del emérito, mientras lo que se pudre al aire libre, muerta en vida, es la monarquía borbónica. Mientras la gente vive una terrible crisis que aumenta aún más la miseria económica de muchos, tenemos que respirar ese hedor que no hay máscara que oculte, vapores de miseria moral, de descaro de los mantenidos, de vergüenza del silencio vasallático de muchos partidos políticos.
Es el momento de decir alto y claro ¿A que hora sale el rey? Pero no por televisión, no, ¿A que hora sale el rey de la Zarzuela hacia a algún lugar lejano? No le faltarán refugios, no le faltará dinero, tiene mucho acumulado en tantos años de borboneo.
¡III República ya!